Cargar un coche eléctrico en casa es una de las formas más prácticas y económicas de asegurarse de que el vehículo esté siempre listo para circular. Con el crecimiento de la movilidad eléctrica, cada vez más conductores buscan soluciones que les permitan recargar con comodidad, seguridad y control sobre los costes.
Pero, ¿cómo funciona realmente la carga doméstica? ¿Es necesario instalar un equipo específico? ¿Cuánto tiempo tarda y cuánto cuesta, de media, cargar el vehículo desde la red eléctrica del hogar?
En este artículo respondemos a las principales dudas de quienes están considerando cargar su coche eléctrico en casa. Se analizan las distintas opciones disponibles — desde el uso de un enchufe convencional hasta la instalación de un wallbox —, los tiempos de carga, los costes asociados, las consideraciones de instalación y las buenas prácticas para una experiencia segura y eficiente.
Cómo cargar sin un cargador dedicado (solo con enchufe)
Aunque el título diga “cargar sin un cargador dedicado”, eso no significa hacerlo sin ningún equipo. La mayoría de los coches eléctricos incluyen un cargador portátil de emergencia — normalmente con una potencia de 2,3 kW — que permite conectar el vehículo a una toma de corriente doméstica convencional, generalmente de tipo Schuko.
Este método es una solución sencilla y accesible y, como indica su nombre, el cargador de emergencia está pensado para situaciones puntuales — cuando no se tiene acceso a un cargador dedicado o a una toma de mayor potencia. Puede ser útil en desplazamientos imprevistos o en lugares sin infraestructura específica de recarga.
¿Qué se necesita?
- Cargador de emergencia incluido con el vehículo.
- Toma de corriente en buen estado, preferiblemente conectada directamente al cuadro eléctrico y sin el uso de alargadores.
- Espacio seguro, como un garaje o plaza de aparcamiento privada, para garantizar estabilidad y seguridad durante la carga.
Ventajas:
- No requiere inversión adicional en equipos.
- Puede ser suficiente para un uso ocasional o en situaciones de emergencia.
Limitaciones:
- Potencia limitada (2,3 kW), lo que implica una carga muy lenta — una carga completa puede tardar más de 20 horas, según la capacidad de la batería.
- Uso ocasional recomendado: aunque se puede utilizar en casa, el cargador de emergencia está pensado para ocasiones puntuales. Su uso frecuente puede no ser el más seguro ni el más eficiente, especialmente si la instalación eléctrica no está preparada para soportar cargas prolongadas.
Formas de cargar un coche eléctrico en casa
Cuando se piensa en la carga doméstica, es habitual imaginar solo dos escenarios: o se utiliza un enchufe convencional o se instala un wallbox. Sin embargo, en la práctica, existen tres formas principales de cargar un coche eléctrico en casa, cada una con características importantes a tener en cuenta.
1. Cargador de emergencia en enchufe convencional
- Potencia: aproximadamente 2,3 kW
- Conexión: enchufe Schuko (doméstico estándar)
- Recomendado para: uso puntual, trayectos cortos, emergencias
- Tiempo estimado: de 20 a 30 horas para una carga completa (batería de 60 kWh)
- Recomendaciones: evitar el uso diario; la instalación debe ser segura y dedicada
2. Cargador portátil en instalación reforzada
- Potencia: puede variar entre 3,7 kW y 22 kW — siendo más habituales los modelos de 3,7 kW y 7,4 kW
- Conexión: enchufe industrial (tipo CEE) o instalación monofásica/trifásica preparada
- Recomendado para: quienes buscan flexibilidad y mayor potencia sin instalar un wallbox
- Tiempo estimado: de 3 a 16 horas para una carga completa, según la potencia disponible
- Recomendaciones: requiere revisión eléctrica y protecciones adecuadas
3. Wallbox
- Potencia: entre 3,7 kW y 22 kW (lo más común en viviendas: 7,4 kW)
- Conexión: directamente al cuadro eléctrico, con protecciones específicas
- Recomendado para: carga diaria, uso frecuente y mayor control
- Tiempo estimado: de 6 a 9 horas para una carga completa (batería de 60 kWh)
- Ventajas adicionales: control inteligente, programación de carga, mayor seguridad
Tiempo medio de carga
La forma más sencilla de estimar el tiempo necesario para cargar un coche eléctrico en casa es dividiendo la capacidad de la batería por la potencia real de carga:
Tiempo (en horas) ≈ Capacidad de la batería (kWh) ÷ Potencia de carga real (kW)
Por ejemplo, si la batería tiene 60 kWh y la carga se realiza a 7,4 kW: 60 ÷ 7,4 = aproximadamente 8 horas
Este cálculo proporciona una estimación bastante precisa, pero el tiempo real puede variar significativamente en función de diversos factores que afectan directamente a la velocidad de carga.
En la práctica, el tiempo de carga no depende únicamente del cargador. Existen varios elementos que influyen:
- La capacidad de la batería del vehículo (cuanto mayor, más tiempo requerirá);
- La potencia de la instalación eléctrica (monofásica o trifásica, con o sin limitaciones);
- La potencia del cargador (2,3 kW, 3,7 kW, 7,4 kW, 11 kW o 22 kW);
- La potencia máxima de carga que admite el vehículo — todo coche eléctrico tiene un límite definido por el fabricante para proteger la batería, tanto en carga con corriente alterna (AC) como continua (DC);
- El nivel de batería al iniciar la carga — normalmente no se carga desde el 0% hasta el 100%;
- Y la curva de carga, ya que los vehículos tienden a reducir la velocidad de carga a medida que la batería se acerca al 100%.
Un aspecto importante: la velocidad de carga siempre estará limitada por el componente más restrictivo — ya sea en una instalación doméstica o en un punto de carga público.
Incluso con un cargador potente y una instalación adecuada, la carga será más lenta si el vehículo no admite toda la potencia disponible.
La velocidad final de carga será siempre la menor entre: instalación eléctrica, cargador y vehículo.
Ejemplo: Si el vehículo admite un máximo de 11 kW, aunque haya una wallbox de 22 kW y una instalación compatible, la carga se realizará a 11 kW, ya que ese es el límite del coche.
A continuación, se muestran estimaciones basadas en una batería de 60 kWh (valor común en muchos coches eléctricos). Los tiempos corresponden a una carga completa, del 0% al 100%, y pueden variar según los factores mencionados.
Tipo de carga | Potencia real | Tiempo estimado |
---|---|---|
Enchufe convencional (cargador de emergencia) | 2,3 kW | 20 a 30 horas |
Cargador portátil (3,7 kW) | 3,7 kW | 16 a 18 horas |
Cargador portátil (7,4 kW) | 7,4 kW | 8 a 9 horas |
Cargador portátil (11 kW) | 11 kW | 6 a 7 horas |
Cargador portátil (22 kW) | 22 kW | 3 a 4 horas |
Wallbox (monofásica, 7,4 kW) | 7,4 kW | 8 a 9 horas |
Wallbox (trifásica, 11 kW) | 11 kW | 6 a 7 horas |
Wallbox (trifásica, 22 kW) | 22 kW | 3 a 4 horas |
Importante: dado que la carga doméstica suele realizarse de forma parcial (por ejemplo, del 30% al 80%), el tiempo real será considerablemente más corto que los ejemplos anteriores.
¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico en casa?
La carga doméstica es una de las formas más prácticas de mantener un coche eléctrico siempre listo para circular. Además de ofrecer mayor autonomía en la gestión del tiempo, permite al usuario controlar mejor los costes, especialmente si presta atención al horario de carga y al tipo de tarifa contratada.
Para calcular el coste aproximado de una carga en casa, basta con multiplicar la energía consumida (en kWh) por el precio del kWh según el contrato de electricidad:
Coste (€) = Energía cargada (kWh) × Precio del kWh (€)
Por ejemplo, si se cargan 40 kWh a un precio de 0,20 €/kWh, el coste será de 8 €.
Este valor puede variar en función del plan contratado y del momento del día en que se realice la carga.
En tarifas con discriminación horaria (como las tarifas valle o supervalle), las horas fuera de punta (normalmente por la noche y de madrugada) ofrecen precios notablemente más bajos. Por tanto, programar la carga durante esos períodos puede suponer un ahorro considerable a lo largo del mes.
También hay que tener en cuenta que el proceso de carga no es 100% eficiente: siempre hay pérdidas técnicas, que suelen estar entre el 5% y el 15%, dependiendo del tipo de cargador y de la calidad de la instalación eléctrica. Es decir, el consumo real de la red será ligeramente superior a la energía que entra en la batería.
Para quienes cuentan con producción propia de energía, como paneles solares, el coste puede reducirse aún más. Si la carga se realiza durante el día utilizando el excedente solar, es posible alimentar el vehículo sin coste adicional. Esta práctica es cada vez más habitual, especialmente en viviendas unifamiliares, y contribuye no solo a una movilidad más económica, sino también más sostenible.
¿Con qué frecuencia se debe cargar un coche eléctrico en casa?
A diferencia de los combustibles fósiles, donde el depósito suele rellenarse solo cuando está casi vacío, en la carga de vehículos eléctricos la lógica es distinta. Lo más habitual entre los conductores de coches eléctricos es cargar de forma regular, en sesiones cortas y frecuentes, similar al hábito de poner a cargar el móvil por la noche.
Este enfoque tiene varias ventajas:
- Evita llegar a niveles de batería muy bajos, lo que puede ser menos eficiente y más estresante ante imprevistos.
- Reduce el tiempo necesario en cada sesión, ya que normalmente solo se añade una pequeña cantidad de energía.
- Permite aprovechar tarifas valle o supervalle, si la carga se programa por la noche.
- Preserva la salud de la batería, manteniéndola en niveles óptimos (por ejemplo, entre el 30% y el 80%).
En general, lo ideal es adaptar la frecuencia de carga al perfil de uso. Quienes realizan trayectos cortos a diario pueden cargar solo unas pocas veces por semana, mientras que quienes recorren muchos kilómetros cada día pueden preferir cargar cada noche para mantener una autonomía constante.
Lo más importante es que la carga se integre de forma cómoda en la rutina, sin depender de sesiones largas ni de urgencias. Tener el coche conectado siempre que sea posible a un punto de carga fiable — ya sea un wallbox, una instalación reforzada o incluso un enchufe doméstico seguro — garantiza mayor previsibilidad y comodidad en el uso diario.
Cómo elegir e instalar un cargador doméstico
Instalar un cargador dedicado — como un wallbox o un cargador portátil de mayor potencia — es una de las mejores formas de garantizar comodidad, seguridad y eficiencia en la carga del vehículo en casa. No obstante, antes de elegir el equipo, conviene tener en cuenta algunos aspectos clave que ayudarán a tomar la mejor decisión según cada caso.
Qué tener en cuenta al elegir un cargador
- Compatibilidad con el vehículo: Comprobar cuál es la potencia máxima de carga en corriente alterna (AC) que admite el coche. Por ejemplo, si el vehículo soporta hasta 7,4 kW, instalar un cargador de 11 o 22 kW no reducirá el tiempo de carga.
- Potencia de la instalación eléctrica: Las viviendas con instalación monofásica suelen soportar hasta 7,4 kW. Para potencias superiores (11 o 22 kW), se necesita una instalación trifásica correctamente preparada.
- Perfil de uso: Quienes recorren pocos kilómetros al día pueden optar por un cargador de 3,7 o 7,4 kW. Para trayectos largos o cargas más rápidas, conviene considerar potencias superiores.
- Funciones adicionales: Algunos wallbox permiten programar la carga, ajustar la potencia, integrar energía solar y otras funciones inteligentes.
Sobre la instalación
La instalación debe realizarla un electricista cualificado, que evalúe la capacidad del cuadro eléctrico de la vivienda y aplique las protecciones necesarias. Es fundamental que el circuito sea exclusivo para el cargador, con su propio interruptor diferencial y magnetotérmico.
Incluso en instalaciones más simples — como el uso de cargadores portátiles con enchufes industriales (tipo CEE) — se recomienda una revisión por parte de un técnico para garantizar seguridad y buen funcionamiento a largo plazo.
Para quienes viven en pisos o edificios con garaje comunitario, existen normas y procedimientos específicos que deben respetarse. Consulta más información en este artículo: Cómo instalar un cargador de coche eléctrico en una comunidad de vecinos.
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Seguridad y buenas prácticas
- Evita el uso de alargadores o adaptadores improvisados.
- Asegúrate de que el lugar de instalación esté protegido frente a las inclemencias del tiempo (si es exterior).
- Revisa periódicamente el estado del enchufe, cables y conectores.
- Da preferencia a equipos con certificaciones y protecciones integradas (como protección contra sobretensión o sobrecalentamiento).
Invertir en una solución bien dimensionada e instalada con seguridad es fundamental para disfrutar de una experiencia cómoda y fiable en el día a día con tu coche eléctrico.
Conclusión
Cargar un coche eléctrico en casa es una solución práctica, económica y, sobre todo, flexible. Con diferentes formas de carga disponibles — desde el cargador de emergencia hasta la instalación de un wallbox — cada usuario puede adaptar la opción a sus rutinas, la potencia disponible y sus necesidades de movilidad diaria.
Más que elegir la solución más potente, lo ideal es encontrar un equilibrio entre autonomía, comodidad y seguridad. Con una instalación bien dimensionada y aprovechando las horas adecuadas para cargar, es posible reducir costes, cuidar la batería y asegurarse de que el vehículo esté siempre listo para usar.
Además, para quienes generan su propia energía solar, la carga en casa representa una oportunidad adicional de ahorro, reforzando el impacto positivo de la movilidad eléctrica en términos de sostenibilidad.
Comprender cómo funciona la carga doméstica permite tomar decisiones informadas — y aprovechar al máximo las ventajas de conducir un coche eléctrico.
Resumen rápido: Cómo cargar un coche eléctrico en casa
- Cargar en casa es cómodo y puede resultar más económico, especialmente si se aprovechan las horas valle y se elige una tarifa adecuada.
- Existen tres formas principales de carga: con un cargador de emergencia (2,3 kW), con un cargador portátil en una instalación reforzada o con un wallbox.
- El tiempo de carga depende de la capacidad de la batería, la potencia del cargador, la instalación eléctrica y el límite del propio vehículo.
- Para estimar el tiempo: divide los kWh a cargar entre la potencia real disponible (en kW).
- La velocidad de carga estará siempre limitada por el componente más restrictivo (vehículo, cargador o instalación).
- El coste medio de una carga se calcula multiplicando los kWh por el precio del kWh. Es más bajo en horario valle.
- Usar energía solar puede reducir significativamente el coste — e incluso eliminarlo si hay excedente.
- Lo ideal es cargar de forma regular y evitar que la batería baje demasiado o que se cargue constantemente al 100 %.
- La instalación de un wallbox debe ser realizada por profesionales cualificados. miio ofrece evaluaciones gratuitas con instaladores certificados.
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